lunes, 28 de julio de 2014

Entrevista a Carolina Ulloa de Pañales ecológicos ANAY


¿Qué es para ti la Crianza Respetuosa?
Crianza Respetuosa para nosotras es amar a nuestros hijos de la forma más profunda en que una madre puede entregar amor. Es compromiso y responsabilidad con una forma diferente de educar, entregando cariño al máximo, respetando las necesidades y ritmos de los bebés y niños/as, entregándoles las herramientas adecuadas para que el día de mañana puedan ser personas plenas y felices.  

¿Por qué se llama “Anay“?
Anay es una palabra mapudungun, cuyo significado es amigo, amistoso, amigable. Siempre nos ha llamado la atención y nos interesa mucho la temática intercultural, en especial la de pueblos originarios como el mapuche, sus tradiciones, su cosmovisión, su forma de entender el mundo, etc.. Entonces, esta palabra, nos hizo mucho sentido porque nuestros productos son reutilizables: son amigables con el medio ambiente, los pañales, los absorbentes, los discos de lactancia, las toallitas femeninas de tela, son productos que se pueden lavar y volver a usar, por lo que no contaminan el entorno. Por lo anterior, es que también son amigables con la economía del hogar, ya que al ser reusables generan un mayor ahorro. Y por último, también son amigables con la piel, ya que son productos confeccionados en telas y éstas no contienen químicos presenten en la mayoría de este tipo de productos que son desechables.

¿Desde cuándo existe tu emprendimiento o pyme?
Anay se origina desde el nacimiento de Baltazar Agustín, el segundo hijo de una de las socias (Vero) es decir desde el 2011, específicamente desde Junio de 2011. El nació en Abril, y desde que tuvo dermatitis usando pañales desechables, decidimos cambiar a pañales de tela y ahí poco tiempo después se puso en marcha el emprendimiento. 

¿Cuál es la propuesta de tu emprendimiento?
Los productos que confeccionamos y vendemos tienen la característica común de ser reutilizables, con lo que apostamos a que las personas que prefieran optar por ellos vayan creando consciencia acerca de la importancia de no generar tanta basura y desperdicios. Creemos firmemente que la mentalidad va a ir cambiando, ya que de una u otra manera de nuestro actuar presente dependerá el legado que les dejemos a nuestros hijos a futuro, si nosotros no contaminamos hoy a ellos les quedará un planeta más limpio y más amable para vivir. Esa es la propuesta central de nuestro emprendimiento: lograr que la gente vaya viendo la importancia de cuidar nuestra naturaleza y madre tierra.

¿Qué productos ofrece?
Ofrecemos: De confección propia: Pañales reutilizables de bolsillo y contour, absorbentes para pañales de tela, cubrepañales impermeables, cobertores, absorbentes localizados, discos de lactancia, guantes de limpieza, mudadores, toallitas femeninas de tela, cremas naturales (no de confección propia) para el cuidado de la piel y compatibles con el uso de pañales de género. Y muchas cosas más que están disponibles en tienda física y que son productos elaborados por otras mamás amigas que han optado por emprender y cuidar/criar a sus hijos en la casa.

¿Por qué vía vendes tus productos?
Vendemos on line mediante transferencia electrónica, principalmente coordinamos las compras y entregas por Facebook;  y vendemos en local físico ubicado en Ñuñoa: Pucará 4730, entre Coventry y Gorostiaga, cercano a metro Simón Bolívar. Allá se puede pagar con redcompra o tarjeta de crédito.  

Datos de contacto: Dirección de local en caso de tener, Facebook, redes sociales, mail, teléfono etc.

Facebook:

Twitter:
@EcopanalAnay

Local Físico:
Pucará 4730, Ñuñoa. Entre Coventry y Gorostiaga, cercano a metro Simón Bolívar.

Mail de Contacto:

Celulares de Contacto:
8 765 20 25 (Carolina)
7 700 56 25 (Verónica)


¿Quieres compartir tu historia de lactancia? Si lo deseas hazlo a continuación.

Siempre quise dar mucho pecho. Con mi hija mayor que ahora tiene 11 años logré una lactancia muy bonita mientras lo pude hacer, nunca tuve dolores muy grandes ni me dio mastitis ni nada, ella se acoplaba bien al pezón y succionaba muy bien. Yo le daba su lechita en cualquier parte, y no me importaba si había gente mirando o si habían llegado visitas a la casa, me tomaba todo el tiempo en proveerle su alimento. Lamentablemente se me diagnosticó una depresión post parto cuando mi hijita tenía apenas 5 meses de vida, en es tiempo yo era súper chica tenia 21 años (hace 11 años atrás) y fui a una dra. psiquiatra que me recomendó tomar medicamente y que según ella eran incompatibles con la lactancia, yo cabra chica hice caso porque uno cree en los médicos que se supone que son los que saben más, fue así como tuve que interrumpir la lactancia de mi hija que con el dolor de mi alma me hubiera gustado seguir lactando, pero al paso de un tiempo aprox. 1 mes intenté de nuevo volver a darle pecho y no pudimos volver a retomar. Con el pasar del tiempo, después descubrí que las pastillas que me había recetado esa dra. eran total y absolutamente compatibles con la lactancia e inocuas, ahí me entró toda la culpabilidad y el dolor de saber que por un mal consejo perdí toda esa posibilidad de entregarle mi leche a mi bebé.

Con mi segundo hijo le di pecho más tiempo, con él quería durar harto más dándole leche para no volver a cometer el mismo error que con mi hija mayor, estuvimos juntos disfrutando de la lactancia materna mientras estuve con post natal en el trabajo, luego por su reflujo seguí con él en la casa hasta que tuvo 11 meses, yo no quería volver al trabajo porque no quería dejarlo solo. Pero volví igual y al principio me sacaba leche en las mañanas y le dejaba, estuvimos así como medio mes, luego se me hizo difícil sacarme leche ya que yo no andaba tranquila, en el trabajo el ambiente laboral era cada vez peor, cuando mi hijo tenia 1 año ya no tomaba pecho, había perdido la lactancia... eso finalmente me llevó a renunciar a mi trabajo y preferí quedarme con el en la casa. Como estuve 5 meses en le trabajo, ya según yo la lactancia la habíamos perdido, intenté meterle el pezón varias veces y lo agarraba pero no succionaba, así que así nos quedamos. Al tiempo supe que se podía volver a relactar porque habían técnicas especiales y consejería de expertas.

Ahora aún cuando pienso en lo que pasé, me da mucha pena el no haber tomado las decisiones correctas en esos momentos. Lo que pude dar de pecho lo disfruté al máximo y me quedo con eso, saber que en esos momentos les entregué lo mejor de mi, lo más puro que brotaba de mi ser, lo mejor que ellos podían recibir, todo mi amor manifestado y plasmado en ese líquido tibio y blanco lleno de afecto, cariño, entrega y amor incondicional. Yo ahora digo que me voy a quedar con 2 hijos no más,, pero eso lo digo ahora jejejeje... pero si en el futuro tengo otro hijo o hija con el o ella diré: "vamos, que la tercera es la vencida" y no claudicaré en mi propósito de brindar amor de todas las formas posibles y de la mejor manera que puede existir: lo que la naturaleza nos ha regalado, esa noble entrega de amor en una gota de leche.






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