Recibimos esta historia de lactancia que quisimos compartir con ustedes:
Mi nombre es Amanda... a los 29 años tuve a mi primer bebé y me convertí en madre... para mí, la lactancia fue mi primera Victoria y fue paso a paso. Creo que lo que me ayudó fue mi bebé, mi esposo y la información que busqué y leí mientras estaba embarazada.
Por una parte, siempre escuché a mi madre decir que ella " no tenía leche". Somos cuatro hijas, las menores son gemelas, ella nos amamantó hasta los dos meses, a las gemelas hasta el mes y medio. Mi madre y mis tías ( hermanas de mi mamá) decían lo mismo, que "se era o no lechera" según el Dr y para mala suerte ellas no tenían, curiosamente todas atendieron sus partos con el mismo ginécologo en una comuna lluviosa de la región de los Lagos.
Así, la lactancia me generaba algunos temores, aun teniendo la información, creo que inconscientemente los mitos en torno a la lactancia igual algo me generaban.
En cuanto tuve a mi hijo y me lo pasaron ( fue cesárea y ese es otro tema...), él se aferro a mi pecho y comenzó a succionar vigorosamente, yo, un poco nerviosa, lo acercaba. Él tomaba y se dormía.
Días después supe que lo que yo pensaba habían sido unos minutos de recuperación había sido más de una hora, pues me demoré en estabilizar por presión baja.
El bebé obviamente tenia hambre y su succión me hizo heridas en los pezones, sumado a que lo puse al pecho sin adecuado acople, porque la verdad no supe hacerlo, solo nos aferramos en cuanto nos encontramos. Debo reconocer que el dolor era muy intenso y que cada vez que le daba llegaba a cerrar mis ojos de dolor, a doblar los dedos de mis pies, sin embargo sentía que en cada toma algo iba creciendo entre nosotros.
Durante esos días en la clínica aprendí a conocer el ritmo de mi bebé al tomar pecho, y eso que decían de que debía molestarlo para que tome y no se duerma ya no era necesario pues ya más tranquila, observándolo y sobre todo confiando en él y en mí, pude ver sus pausas, sus tiempos y su forma de tomar teta.
Creo que ese fue el primer gran paso, confiar en la naturaleza pues te dicen tantas cosas los primeros días! . Tenía tan herido un pezón que tuve que recurrir a las pezoneras de silicona, reconozco que al principio no quería, sentía un poco de culpa y frustración por no poder darle como quisiera, sin embargo me sirvió mucho para poder establecer la lactancia. Luego la naturaleza me seguía sorprendiendo, en cuanto la leche me "bajaba" justo cuando mi bebé despertaba para tomar, estábamos conectados física y emocionalmente...aún me parece increíble como funciona la naturaleza humana...
Demoré casi un mes en establecer bien la lactancia, siempre queriendo con todo de mí poder hacerlo sin pezoneras, sin dolor, cuando lo logré, lloré... recuerdo que le dije a mi esposo que esta era mi primera gran victoria! Hoy para mi darle teta a mi bebé es un momento único, ambos lo disfrutamos, es absolutamente placentero, ya llevamos 4 meses de LM exclusiva, es un bebé bello y saludable.
Creo que mi bebé en su sabiduría, me ayudó también, fue paciente. Mi esposo también fue fundamental, pues tuve la tranquilidad como para poder ir recuperándome de la cesárea y todo lo que conlleva y dedicarme a la gran conquista, la lactancia, mientras él cambiaba pañales y hacia las cosas de la casa.
Lamentablemente, no contamos con red familiar en Santiago, pues la familia está en el sur, pero creo que somos un buen equipo.
Las circunstancias fueron éstas y ha sido perfecto en su forma.
Mis deseos son extender lo más posible la lactancia materna porque es lo mejor para mi bebé, porque lo veo en sus ojos cuando toma su teta, por que es alimento para el cuerpo y para el alma, porque nos conecta, porque lo calma, porque simplemente es maravilloso el contacto piel con piel, porque es parte de su historia, de nuestra historia juntos, porque la maternidad es la experiencia más grande de mi vida y la lactancia mi primera Gran Victoria.
Gracias por leer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario